domingo, agosto 26, 2012

La aventura de extender un visado IV

Con la nueva carta escrita, nuestra profesora de español fue a la Accounts Office de nuevo, subiendo cuatro pisos por escaleras para evitar la cola por meterse en un ascensor atestado. 

-¿Mr. Mitra ache? -preguntó al llegar a la oficina.

Sí, estaba, pero estaba en una reunión. Tendría que esperar, unos cinco minutos. A sabiendas de que cinco minutos solo son un eufemismo, la profesora sacó su libro de Satyajit Ray, su salvador en las salas de espera. Leyó y leyó hasta que se aburrió de leer, y cuando estaba a punto de meterse en la oficina a interrumpir la reunión, esta terminó.

- Good afternoon - la saludó Mr. Mitra. 

La profesora le explicó el problema: no tenía pay-slip, no tenía nada para certificar su salario e impuestos, necesitaba un certificado expedido por la misma oficina, según le habían comentado en la Establishment Section. Mientras, él leía la carta y subrayaba las partes signficativas.

-Don't worry, I'll take care of it personally. Come tomorrow at the same time to collect your certificate.

Mañana, bueno, eso era casi más rápido de lo esperado. Pensaba que iba a escuchar "vuelva usted al final de la semana". Mañana era la mejor respuesta que podía oír. Más feliz y tranquila, pensó que todo estaría bien una vez tuviera el certificado en sus manos.

Al día siguiente volvió, y tras de nuevo leer un par de capítulos del libro de Satyajit Ray en las que se enteró de su pasión por Kurosawa y de que adoraba a los hermanos Marx, consiguió su certificado.

Pero allí no había ningún "Income Tax deduction". Además las fechas eran de marzo a julio. Pero ella había empezado a trabajar allí el año anterior. Habían certificado su salario desde el nuevo año de ejercicio económico (que empieza en el nuevo año bengalí), no desde el principio. Pero si pedía que le hicieran uno completo, llevaría muchos más días...y su visado caducaba ese mismo día. No podía esperar. Lo que le preocupaba de verdad era lo del Income Tax.

- You don't need to pay Income Tax, you are not an Indian resident.
- But María was paying her Income Tax...I found a form-16 at the Language Deparment...
- How can it be? I'm sure you don't have to pay. 
- Ok, let's see what they say at the FRRO...

Ese mismo día salió de la universidad para volver a Rabindra Sadan, y entregar el certificado. 
- Where is your form -16?
- All I could get is this salary certificate. Everything is stated here. - contestó ella, un poco desesperada.
- Thik ache. We'll call you by the end of the week. Please leave all the papers here. Sign on all the pages. And give me your residency permit - Mientras ella firmaba, él le estampaba en el permiso un sello que decía que la extensión estaba en proceso. Ese era el último día de su visado, así que se alegró inmensamente de que al menos, algún papel suyo demostrara que no estaba ilegalmente en India.

Abandonando la FRRO, un poco más feliz, pidió un té en la acera. Tres niños se hacían cargo del puesto: el más mayor, sentado en cuclillas encima del carrito que hacía de puesto, miraba a los clientes, mientras otro niño de puntillas removía el té hirviendo en la cazuela con un enorme cazo. Apenas le llegaba para hacerlo, pero se notaba que tenía experiencia y sabía cuando remover. El tercer niño servía un té antiguo y se paseaba por la acera sirviéndolo.

El té recién hecho estaba buenísimo, una recompensa por todo el ir y venir de los días anteriores. El viernes, con o sin llamada, volvería a la FRRO para preguntar qué pasaba con su visado. Con suerte, estaría todo listo.

Sí, quizá nuestra profesora, podéis adivinar ya, pecaba de ilusa. ¿Esa misma semana podría conseguir su visado nuevo? ¿Tan rápido? Pero en algunos momentos, es difícil renunciar a la ilusión.

Por suerte, no tuvo que esperar al viernes. El jueves, mientras estaba en la universidad antes de clase, el Assistant Secretary la llamó y le entregó un papel: un inspector de policía de la FRRO la había llamado a la universidad, y le pedía que se pusiera en contacto con él lo más rápido posible. Había dejado su número de móvil y su nombre. La profesora le llamó inmediatamente, rezando porque el policía hablara un inglés minímamente claro. Debió funcionar, porque podía entender bastante bien al inspector. Al día siguiente, el viernes, debía pasarse a las 2 por la Western Section de la FRRO y preguntar por Mr. Verma.

El viernes se vistió con una kurta negra y verde, leggings negros, y se puso sombra de ojos verde: quería poner al inspector de policía de su lado sin necesidad de sobornar a nadie. Con los libros en la mano, llegó a la FRRO un poco tarde, lo normal en Calcuta. La Western Section, en la parte izquierda del edificio, era una oficinilla polvorienta como todas, llena de papeles amarillentos amontonados unos encima de otros por los siglos de los siglos. Seis o siete hombres estaban allí sentados, charlando. Unas tazas de té encima de cada mesa adornaban la estancia, junto a los típicos calendarios con imágenes de Durga y de Ganesh. El inspector, sentado en una esquina al lado de una ventana, la reconoció enseguida. No hay tantos extranjeros en Calcuta.

- Miss Leyre? Please come here. Boshun (siéntese) - le dijo amablemente. Ella se sentó a su lado y dejó los libros en la mesa.
- Good afternoon.- contestó.

El inspector no dijo nada más. Rebuscó en su mesa una carpeta grande, con su nombre escrito en mayúsculas, y debajo del nombre, "Spanish". Dentro de la carpeta blanca, había un montón de papeles: los que ella había entregado en todo el año, además de dos o tres folios escritos a mano, con diferentes cartas o comunicaciones entre los departamentos de la FRRO. Mientras el inspector lo leía con toda la calma del mundo, ella observaba. No había aire acondicionado en la oficina, pero sí tres o cuatro ventiladores. Las paredes estaban cubiertas de armarios, con la curiosa caracterísitica de tener las asas para abrirlos dispuestas asimétricamente. Casi todos estaban cerrados con candados oxidados. Los hombres, sentados cómodamente, seguían charlando algo sobre algún tipo de pescado.

- Please, show me your passport - le dijo Mr. Verma, el inspector de policía.
- Hmmm...- miraba todos los papeles con absoluta atención. Ella aprovechó el momento para leer una de las comunicaciones escritas en su archivo: algo estaba mal con el certificado de su salario, y le pedían una PAN- card. Horror. Conseguir una llevaría unos 15 días...Ya se había informado al respecto por si acaso le hiciera falta.

- See, there is a mistake here in your application for extension.- ¿Un error? ¡Dios! ¿Dónde? - The date of entry in India is wrong...It should say August, not July.

Efectivamente, eso estaba mal. Pero, ¿era un error tan grande? La primera vez que pisó Calcuta, entró el 9 de agosto del 2011...La segunda vez, el 9 de julio del 2012. ¿Qué más daba? Lo que importaban eran las fechas de validez del visado, no cuándo entró en India.

-Oh, that! This year I came in July, I guess I mixed all up... I'm sorry.
-Next time be more careful, please. Just write "eight" instead of "seven", and sign on the side.- Era la segunda vez que corregía su solicitud de extensión a bolígrafo. La primera vez fue porque se olvidó de escribir su altura en el formulario online (no era obligatorio), y ahora, de nuevo, había que cambiar algo. ¿De qué servía hacerlo online si podía escribirse todo a mano?

Después de un rato de silencio y de revisar más y más papeles, por fin el inspector habló...en bengalí. Explicaba a toda la oficina el problema del certificado y de la PAN-card. Ella fingió no enterarse de nada. Se habían dado cuenta de que faltaban meses en el certificado, y necesitaban todos los demás.

De pronto, el inspector llamó a un hombre, que apareció de entre unas cortinas. "Ve y toma una jarra de té. Ten 20 rupias." El hombre fue y volvió al poco, con una jarra termo y varios vasos de plástico.
- Cha khaben? - me preguntaron. Les dije que sí, y me sirvieron, como a todos los demás, en un vasito de plástico. Al inspector le sirvieron en un vaso de cristal que ya tenía encima de la mesa, con restos de un té anterior.
- Miss Leyre, when did you started working in Calcutta?
- Last year, August.
- See, this certificate you got at university says only from March 2012 till July.
- Oh! Really? - dijo ella abriendo los ojos como soprendida, y cogiendo el papel para leerlo, aunque ya sabía lo que decía- Oh, I didn't notice. That's what they gave me at the university. I thought it would be correct.
- Please ask them to issue another one with the previous months. Then give it to us, and your problem will be solved.
- I'll do it today itself.
- Good. And, do you have a PAN-card? - le preguntó el inspector.
- A PAN-card? What that's for Indian people, na? How can I have one? I can't vote in this country.- contestó ella.
- You are right, there's is a PAN-card for Indian people, but there is another category of PAN-cards for foreigners, which of course cannot vote in India.
- Oh, really? And what do I need a PAN-card for?
- In order to get a Form-16 of Income Tax.
- These certificates are not enough, then?
- No, no, they are fine. But with a PAN-card it would be a lot easier.- le aseguró el inspector.
- Accha. And where can I get a PAN-card?
- Ask at the university, they will be able to help you - "Ojalá", pensó ella.
- This is your book for Spanish class? - le preguntó ahora el inspector, cambiando de tema. Se interesó por el número de alumnos, y hojeó el libro preguntando palabras y cosas. De repente, el hombre de la mesa de enfrente se puso a hablar.
- Estoy a punto de jubilarme. Me gustaría aprender idiomas después, cuando tenga tiempo libre. ¿Enseña usted en la Universidad, o en algún otro sitio más también?
- No, solo en la universidad.
- Ah, ¿y no hay clases de español en otro sitio en Calcuta? Una academia o algo...
-Sí, sí, hay muchos....- le contó dónde estudiar español, dónde ella recomendaría aprender español, los horarios, etc. El hombre estaba muy feliz de escuchar que había tantas opciones para aprender idiomas.

Por fin nuestra profesora de despidió y se preparó para pedir, de nuevo, con otra carta para el Accounts Officer, otro certificado más...Seguramente terminaría de leer el libro de Satyajit Ray ese mismo día.

jueves, agosto 23, 2012

Bollywood desatado: Dulhe Raja

¿Recordáis aquella canción que puse hace unos días, la de "what's your phone number"? Sí, en aquella loca mezcla de inglés e hindi de la película Haseena Maan Jayegi. Pues el protagonista, Govinda, es también el protagonista de la película de hoy, Dulhe Raja.


Esta película, del 1998, me ha gustado mucho. No he entendido ni la mitad, porque no había subtítulos (a diferencia de en Haseena Maan Jayegi) y como es una comedia, hablan mucho, muy rápido, y más de la mitad de las gracias están en las palabras (a diferencia de en Ek tha tiger, donde al ser una película de acción-amor, hay muchas partes de la película en las que nadie dice nada). Pero a pesar de ello, el argumento me parece estupendo y el final, me ha encantado.

Dulhe Raja (que parece que significa algo así como el "Rey Novio") trata de la historia de Raja (Govinda), el dueño de un pequeño dhaba, un pequeño restaurante muy económico en la calle. Justo al lado de su restaurante han construido un supermegahotel, que con gran acierto e ironía, se llama el "Maharaja" (el gran Raja). Simplemente este juego de nombres, ya le da un punto positivo a la película. El dueño del hotel, Singhania, está furioso con el pequeño dhaba de Raja, porque le quita muchísimos clientes al restaurante de su carísimo hotel. Así que intenta cerrarlo por todos los medios posibles. 

Ya el principio de la película tenemos una clara visión de cómo son los dos personajes, Singhania y Raja. Mientras la película abre con Singhania y su mujer entrando en el hall de su lujosísimo hotel, y Singhania va a tratar asuntos de negocios sin demasiado éxito por su candidez, a Raja se le ve ayudando a unos amigos a cuya tienda suele acudir un policía a "comprar" sin pagar. Vamos, un tío íntegro y gracioso, amigo de sus amigos, que no quepa duda desde el primer minuto.

Para ayudar a sus amigos, Raja se hace pasar por el inspector jefe de la policía, y por la noche llama al poli para decirle que hagas cosas que en realidad no tiene que hacer. Luego le vuelve a llamar para reírse de él, justo en el instante en el que el verdadero inspector descubre la metedura de pata del policía. Después, para volverse a vengar del corrupto policía, Raja se viste de mujer con un burka, y va por la noche a su casa diciendo que es la esposa del inspector jefe, y que el policía tiene que por favor detener a su marido, que mañana se va a ir a Delhi con otra mujer y que a ella la va a abandonar. Ni el policía ni su mujer descubren la mentira, y el policía obediente va la mañana siguiente a la estación de tren y esposa al inspector jefe a una columna mientras el tren abandona la estación. Cuando por fin se ha marchado, lo desesposa y se ríe de él, y le cuenta que lo hace para que no abandone a su mujer. A lo que el inspector responde que por su culpa, la ha abandonado, porque su mujer, la de verdad, está en Delhi esperándole...La cara del policía no tiene precio. Se deshace en disculpas, y justo cuando el inspector se ha marchado, suena un teléfono en la estación: el policía lo coge y sí, es Raja, que le llama para reírse de él de nuevo, en perfecta y misteriosa sincronización.

De vuelta a la lucha entre el hotel y el dhaba, Singhania intenta hablar con Raja para convencerle de que se vaya a otro lado, pero Raja se niega. Esta escena es muy graciosa porque Singhania, el empresario multimillonario, invita al pobre Raja a la piscina de su hotel, donde está la terraza de su restaurante. Pero mientras Singhania se toma un zumo, Raja no toma nada; ahora sí, se sienta con todo el desparpajo del mundo y le habla al empresario como si fuera su colega de toda la vida. En un momento, Singhania recibe una llamada de su hija Kiran, y abandona a Raja, que aprovecha el momento para hacerse amigo del secretario personal de Singhania. Este le cuenta que Kiran, la hija, está en edad de matrimonio y que es muy guapa. A Raja se le iluminan los ojos: ya tiene la solución al conflicto entre el Raja Dhaba y el Maharaja Hotel. Cuando Singhania vuelve, se lo explica: él, Raja, se casará con la hija del empresario, y al ser de la misma familia, ya no serán competencia. Por supuesto, Singhania se enfada y echa a Raja del hotel, aunque con los nervios sólo consigue echarse el zumo por encima de su traje.

Entonces entra la chica, Kiran, en escena. Dentro de un coche blanco, con una ropa supermoderna, y acompañada de su asistente, un hizra (si recordáis mi entrada sobre ¿chicos o chicas?, son estos hombres vestidos de mujeres) que hace también de conductor y atropella a un pobre hombre en lungi que venía del mercado,tirándole todos los tomates y las cebollas (ingredientes fundamentales de la comida india, en todas partes del país) al suelo. Sin darle ni un duro en compensación, se largan con la cabeza muy alta: son mujeres de armas tomar. Kiran es también una bailarina, y va a dar un espectáculo  al que Raja, aunque no sé cómo se entera de la función, asiste. Su entrada en el teatro también es muy buena. Como entra tarde y está todo oscuro y no ve nada, se sienta primero encima de una señora gorda, y cuando por fin encuentra un asiento, se queda fascinado con la hija de Singhania; pero su vecina, no la señora gorda sino otra chica, se ha quedado fascinada con él...

Govinda, con la boca abierta, mira absorto a Kiran bailar, y se imagina bailando con ella: aquí tenemos la primera canción de la película. La cara de Govinda no tiene precio.



Después de imaginar semejante baile, Raja vuelve a la realidad, cae encima del hizra asistente de Kiran, se levanta, y vuelve al trabajo en su dhaba.

Singhania le da muchos dolores de cabeza, enviando a la policía e incluso a bulldozers para destrozar el restaurante, pero afortunadamente, Raja es listo y consigue librarse de cualquier amenaza. Pero Raja no es el único dolor de cabeza del empresario.

Su hija Kiran está enamorada de un boxeador, Rahul, un cabrón con todas las letras. Pero la chica, cegada por el amor, quiere casarse con él. Su padre y madre acceden a conocerle, pero mientras a la madre le cae bien (porque Rahul miente como un cosaco toda la entrevista, y dice ser ingeniero y ayunar los martes), Singhania lo reconoce de una noche en un hotel, en el que vio a Rahul discutir con una mujer a la que abandonaba, cuando ella le pedía que se quedase con ella para formar una familia porque lo amaba. Sabiendo que Rahul es un mal tipo, prohíbe absolutamente a su hija verle otra vez, aunque no le explica por qué, y le dice que puede casarse con cualquier otra persona que ella desee, pero jamás de los jamases se casará con Rahul.

Kiran se enfurece y urde un plan: va a seducir a Raja, el dueño del pequeño dhaba que sabe que su padre odia, pensando que cuando le diga a su padre que quiere casarse con Raja, éste preferirá que ella se case con Rahul.

Raja, que había intentado visitar a Kiran y a su hizra en el hospital (porque después de que él se cayese encima del hizra, le rompió la pierna), con flores y mil pares de gafas, descubre encantado un día que Kiran intenta seducirle, y se deja, bueno, no hace falta ni que se deje.

Govinda y sus mil pares de gafas. Ahora me doy cuenta de que Salman Khan en Dabbang solo está imitando a Govinda....



Govinda ha subido a un árbol porque Kiran le ha dicho a un niño que se acerque a Govinda y le pida ayuda para sacar una cometa del árbol. Govinda lo hace porque sabe que Kiran está allí, pero cuando ve a la chica y a sus seductores movimientos, se olvida de la cometa... ¡Y no me extraña!

Sin embargo, nada más descubrir que su hija quiere casarse con Raja, a Singhania le da un ataque y se cae al suelo inconsciente. Además, tiene una pesadilla: que su hija ha huido con Raja para casarse y él no puede evitar la boda. Cuando se despierta por fin y se tranquiliza, resuelve acabar con Raja de una vez por todas, y ofrece la comida gratis en su antes carísimo hotel, dejando al dhaba sin clientes. Pero Raja los recupera, con una oferta en la que pagar "no es obligatorio", y los clientes hacen cola para sentarse en el pequeño establecimiento. Hasta el secretario del empresario prefiere la comida del dhaba a la comida del hotel de su jefe, lo cual despierta las iras de Singhania otra vez. Es muy gracioso ver a extranjeros haciendo de extras, sentados en el dhaba, y por todas partes de la película: hay momentos en que la cámara se centra en ellos, unos segundos nada más, en los que se les nota incómodos a estos extras que no son actores ni nada. 



Por fin se celebra una fiesta en la que se va a anunciar con quién se casará Kiran. Han venido desde Estados Unidos unos amigos de Singhania, con su hijo, otro pretendiente para la chica, muy rico. Pero este chico es un poco idiota e infantil, y descubre a Raja y a Kiran juntos, con lo que se acaba la idea de la boda entre ellos. Además, Raja ha ahorrado y ahora tiene mucho dinero, con lo que Singhania ya no ve con tan malos ojos la unión de su hija con él. En un último baile, en el que también están por las esquinas algunos extranjeros (ojalá tuviera un clip de ellos para mostraros....), por fin Singhania anuncia que Kiran se casará con Raja. Pero Kiran se enfurece, porque su plan era otro: que su padre prefiriera a Rahul.

Así que Kiran huye por la noche, vestida de negro y con un peinado imposible (cuántas horas ha pasado en la peluquería antes de huir de casa?), y va a casa de Rahul. Pero allí descubre que el boxeador solo quiere su dinero y el hotel de su padre, y ella se arrepiente inmediatamente y quiere marcharse. Por supuesto, no la dejan: ahora es su rehén, y si no se casa con Rahul, la usarán para sacarle dinero a su padre como rescate. Y aquí viene lo mejor de la película:

Singhania pide ayuda a Raja, porque no sabe qué hacer. Raja le dice que él mismo entregará el rescate.  Vestido como Robin Hood, lleva una "pesada" maleta, que en realidad solo contiene 100.000 rupias: 50.000 para uno de los ayudantes de Rahul, y las otras 50.000 para el otro ayudante. ¿Dónde está el resto del dinero que ha pedido, que son millones? Pues en la cuenta bancaria de Rahul, responde Raja. Esto pone a los ayudantes en guardia en contra del boxeador, que dice que es mentira. Para comprobarlo, llaman al banco. Pero en lugar del banco, el secretario personal de Singhania ha pinchado la línea telefónica y responde desde lo alto de un poste de teléfonos, fingiendo trabajar en el banco, y les dice que sí, que en la cuenta de Rahul hay muchísimos millones de rupias. Sus ayudantes se enfadan, por supuesto, y piden su parte. Mientras ellos discuten, Raja ve a Kiran, que está herida. Viendo la sangre de su amada, le pega una buena a Rahul para desahogar su furia (¿cuál de los dos es el boxeador profesional?). Mientras éste está en el suelo, inconsciente, llena Singhania con unos papeles. En ellos, afirma, se declara que los dos ayudantes de Rahul son los dueños del hotel Maharaja. Ellos firman encantados, sin leer nada de los documentos. Por supuesto, esto es mentira, y en realidad los documentos dicen que ellos dos y Rahul dan todas sus pertenencias y bienes, incluso su ropa, a Raja. En este momento llega la policía para detener a todos los villanos. Rahul intenta escapar pero no puede, y Kiran se reúne con su padre y hacen las paces: ella se casará con quien él quiera. Singhania le pregunta a su hija si realmente le gusta Raja, a lo que ella contesta tímidamente sin decir nada (pero que significa "sí")...y Raja sonríe pensando en la suerte que tiene, ahora es rico y además se casará con la chica que le gusta...o eso cree.



Porque Singhania se va insultándole y diciéndole que su preciosa hija jamás se casará con el dueño de un pequeño dhaba ;)

Y hay mil escenas graciosas más, que por algo es una película de dos horas y pico, pero entonces, esto se convertiría en una entrada de dos horas y pico. Menos mal que tenéis las canciones como intervalo.

martes, agosto 21, 2012

Calcuta todavía por descubrir


En Millenium Park hay un pequeño parque de atracciones que parece abandonado, pero que funciona. Una especie de fiesta de barrio al lado del Ganges.


Barcos abandonados y mesas abandonadas por la lluvia



En lugar del típico barco vikingo que se balancea, en Millenium Park tenían un dragón. Pero lo mejor, eran los asientos.


La tranquilidad tiene la forma de las gotas de lluvia sobre los lotos en un estanque en Jadavpur.


Un "graffiti" religioso del dios Shiva, al lado de mi Guest House

domingo, agosto 19, 2012

Bollywood desatado: Ek tha tiger

El pasado miércoles día 15 fue el día de Ek tha tiger. Perdón, fue el día de la Independencia de India, el aniversario de aquel 15 de agosto de 1947. Pero en la calle, parece que la gente recordó a Gandhi por la mañana y después, el héroe fue Salman Khan. 

Salman Khan es uno de los "Khans", los dioses del cine de Bollywood. No son familia, pero comparten el apellido porque son musulmanes: Shahrukh Khan, Aamir Khan, Saif Ali Khan y Salman Khan. Aunque ya hace años que se acabó su juventud, siguen actuando de protagonistas, en papeles de héroes de acción o héroes románticos. Shahrukh Khan es el rey de las películas románticas, Saif Ali Khan siempre hace de hombre que va de duro sin creer en el amor pero después es el más romántico de todos, (aunque estos dos tienen alguna peli de acción por el medio), Aamir Khan hace papeles un poco raros, siempre de artista incomprendido o algo así (vamos, algo así el Johnny Deep de Bollywood, aunque sea una comparación un poco mala), y Salman Khan es el héroe de acción (aunque también tiene alguna película romática). 

Ante el esperado estreno de su última película, Ek tha tiger, que llevan anunciando desde el mayo pasado, Charline y yo decidimos que valía la pena ir a verla. No por la película en sí, sino por los espectadores. Seguramente habéis oído que en los cines de India, la gente se vuelve loca gritando y respondiendo a la película como si los actores pudieran oírlos. No pasa en todas las sesiones ni en todas las películas: tiene que ser un estreno importante, un estreno de una película de alguno de los dioses de Bollywood. Por ejemplo, Salman Khan. Y en esta película no estaría él solo: la contraparte femenina se la da la nueva diosa Katrina Kaif, que hace diez años no existía en Bollywood y que ahora encuentras en todos los anuncios en la calle, la tele o los periódicos. Creo que no hay ni una sola marca que ella no anuncie.

¿De qué va esta peli? Pues de Tiger, un aguerrido agente de la agencia de inteligencia india, la RAW, una especie de Stallone indio que es el único que puede hacerse cargo de las misiones más peligrosas. A nuestro Tiger (Salman Khan), después de una exitosa misión en el corazón de Pakistán (durante la que las butacas temblaban por los gritos del público), le encargan una misión más tranquila, en la que tiene que vigilar a un afamado profesor indio que trabaja en Londres, porque se sospecha que está pasando información secreta sobre armamento a Pakistán. Tiger, ahora vestido de traje formal y con cara de pan, se hace pasar por un escritor que quiere escribir un libro sobre el profesor, como la excusa perfecta para seguirle a todas partes. Pero el profesor es un tipo raruno que rechaza la oferta de que escriban un libro sobre él, y Tiger no sabe qué hacer. Entonces sus ojos se fijan en la guapísima ayudante del profesor, Zoya (Katrina Kaif), y se olvida de su misión para concentrarse en otra: ligarse a la chica.

Después de unas encantadoras veladas y de gastarse toda la pasta de la misión en invitarla a cenar, y de varios números musicales por Londres -con escena de acción incluida, en la que Tiger detiene un tranvía descontrolado con la chaqueta de su traje, doblando el conector de la corriente del aparato, sin estropearse la americana-, Tiger una noche le pide la mano de su hija al padre de Zoya, que es una estrella en el cielo (porque está muerto). Pero en este super romántico momento en el que todo el  cine gritaba, Zoya se larga. Tiger empieza a pensar y suma dos más dos: cuando va a casa del profesor en secreto esa noche, descubre que la que pasa la información a Pakistán es Zoya, y no es profesor. ¡Ella es la espía!

Pero Tiger se ha convertido en un lindo gatito, y es incapaz de matar a la chica a la que ama: destruye los datos, las pruebas, y la deja escapar. De vuelta a Delhi, Tiger pide vacaciones por primera vez en su vida, y sus jefes están muy sorprendidos. Sin embargo, el tiempo de paz y reflexión no le durará mucho. Por un amigo se entera de que habrá una reunión de la ONU en Istambul donde se verán los primeros ministros de Pakistán e India. Tiger pide ir en la delegación India como guardaespaldas del primer ministro. Una vez en Estambul, no nos sorprendemos (aunque el público gritara) al ver que Zoya está entre la delegación de Pakistán (de hecho, es la única chica, vestida con un hermoso velo negro y rojo que en realidad, no le cubre el pelo ni la cara).

Se ven a escondidas en el puerto de la ciudad, y se declaran su amor, pero también su amor por sus países y se niegan a renunciar a su trabajo. Ella es de la ISI (la CIA de Pakistán) y él es del RAW (la CIA de India), ¿por qué uno de ellos tiene que renunciar? ¿Quién debe renunciar? Ante la duda, viene la iluminación: los dos renunciarán y ahora, el uno será el país del otro. Huyen juntos de todos los agentes secretos y no secretos de Pakistán, India, y la policía de Estambul, y acaban en... ¡La Habana!

Sí, en Cuba, un país de libertad en la que nadie les persigue. Ella aprende español, da clases de danza clásica, y él se gana la vida pintando unos cuadros horribles que vende en la calle a los turistas y jugando al dominó con los paisanos. Se lo pasan de maravilla, y salen algunas palabras en español (ya estoy viendo a mis alumnos preguntarme...), hasta que un día la luna de miel se les acaba: unos atracadores les asaltan por la noche para robarles el dinero, pero Tiger y Zoya, como buenos agentes secretos, son expertos en artes marciales y acaban con ellos en cero coma (es la primera vez que veo en una peli de Bollywood a la chica pegando a los malos...). El problema es que el ataque se ha producido al lado de un cajero automático que tiene una cámara que ha grabado todos sus movimientos y sus palabras...en hindi.

Así que la policía, cuando ve el video del cajero, se da cuenta (no sé cómo un viejecillo policía puede saber tanto de lenguas, pero bueno, quizá sí) de que el idioma en el que hablan suena a hindi...o bengalí (eso del bengalí me ha hecho gracia)...o urdu...y envían el video a Pakistán, India y Bangladesh. Inmediatamente los reconocen, y numerosos agentes son enviados a Cubaa capturar a los proganistas, que realizan una apasionante huida por los tejados de La Habana, haciendo saltos imposibles. Pero Zoya es capturada, y Tiger, desesperado, acude a los agentes indios para decirles que tiene que rescatar a Zoya porque ella tiene información muy importante y él ya por fin la ha convencido para pasarse a la RAW, que es lo que ha estado intentado hacer todo este tiempo...Y le creen, porque Tiger es Tiger, aunque cualquiera que haya visto el trailer sabe que Tiger miente: en cuanto rescatan a la chica, vuelven a huir juntos en una avioneta que despega en el momento justo para no estamparse contra unos árboles, a punto de dejar a Tiger en tierra (más gritos en la sala).

Y así, Zoya y Tiger se pasean por el mundo huyendo de la ISI y de la RAW, "y en todos los lugares donde se les ha visto, siempre lucían una sonrisa". (cita textual de memoria)

He aquí el trailer:


Y he aquí la canción principal de la película, esa canción que NO sale en la película (???)



*Y por si os lo preguntábais, sí, he entendido la película en hindi y sin subtítulos...pero bueno tampoco era muy complicado...

sábado, agosto 18, 2012

¿Chicos o chicas? Estampas de Calcuta

Hasta hace no muchos años, la homosexualidad todavía era ilegal en India. Ahora, aunque ya no lo es, el prejuicio sigue fuertemente ahí, incluso en las mentes de la generación más moderna, que no lo ven como "normal". Lo curioso es que eso que no es "normal", forma casi parte de una tradición, ya que en los homosexuales travestis forman hasta parte de las tradiciones de las bodas, donde van a bendecir a la pareja que se casa. Su existencia es tradicional, pero aún así, la gente les tiene miedo. Sí, miedo.

Estos homosexuales travestis son llamados "hizras". Pertenecen a su propio grupo social, y normalmente no viven son su familia. Se pasean por los parques, acercándose a las parejas a pedir dinero, amenazando con maldecirles si no les dan nada, y si se lo das, algunos te bendicen para que tengas muchos hijos, otros simplemente se largan a por la siguiente pareja. No pueden trabajar porque nadie les contraría, así que se ven obligados a mendigar. Algunos dicen que mendigan porque quieren, pero uno no es homosexual porque quiere...Así que es un tema complicado.

Algunos de estos hizras son hombres jóvenes, delgados, que se visten con total tranquilidad de sari o falda y llevan tacones. Otros son hombres ya cuarentones y barrigudos, que por la mañana temprano he visto salir a coger agua con un lungi (una especie de toalla larga a cuadros) atada a la cintura, con el pecho y la panza al descubierto, como cualquier otro hombre: pero su forma de andar estilizada, y el pelo largo recogido en un moño en la cabeza, les delata.

Un día, al volver de clase, me encontré que en la tienda donde siempre compro yogur había un hizra charlando con los dos jovenes dependientes, unos chicos de unos 20 o 23 años. El hizra, vestido con un hermoso sari marrón oscuro y dorado, con el pelo largo, pendientes y pulseras, charlaba muy animado, sonriente, mostrando un montón de billetes que había conseguido. Estaba pidiendo cambio en la tienda. Los chicos le sonreían un poco forzados, pero se conocían. Al principio no querían cambiarle el dinero, pero al final lo hicieron, después de la insistencia del hizra. Antes de marcharse, se despidió de ellos coqueteando y hasta se atrevió, a pesar de que me había visto a mí esperando fuera observando toda la escena, a tocarles la entrepierna a los dos chicos como invitándoles a llamarla un día si querían sus servicios. Se marchó con la cabeza muy alta, caminando a la perfección con el sari. Creí reconocerla. Un día que volví muy tarde, me acerqué al restaurante de al lado a coger algo de comida para llevar, y apareció un hizra. Creo que era la misma. También de sari y siempre con una sonrisa pícara, charlaba con todos los hombres del restaurante como si los conociera de toda la vida. Ellos le sonreían, pero como siempre, con un deje de incomodidad que no he visto en otras ocasiones. Es el miedo, no sé a qué, pero miedo.

Una mujer india nunca se comportaría así como hacía este hizra. No sería coqueta de esa manera pícara,  no charlaría con los hombres, ellos no reirían con ella. Tampoco una mujer india miraría a todos los hombres por encima del hombro, tan segura de sí misma y de su poder. Este hizra sabe que los tiene a todos en su puño, y que allí manda ella, porque le tienen miedo.

¿Cómo habra sido su vida? Me lo imagino de pequeño, de joven, cuando era él el que tenía miedo de la presión de la sociedad. ¿En qué momento decidió salir del miedo, vestirse de sari, dejarse el pelo largo, y ser él el que causara miedo a la sociedad?

Otro día, de vuelta a casa después de la universidad, vi a dos hizras en el metro. Yo acababa de entrar corriendo a sentarme, porque estaba muy cansada y apenas había ya sitio libre. No me fijé en nada, sólo me senté. A mi lado había una chica joven vestida con un hermoso salwar morado y plateado, muy llamativo. Tenía el pelo largo suelto, lo que es un poco raro de ver. En sus manos daba vueltas a un smartphone blanco, y tenía las uñas pintadas de blanco. Charlaba con otra chica a su lado y movía las manos continuamente para acompañar sus palabras. Pero esas manos eran un poco raras. Eran grandes y estaban surcadas de líneas gruesas y secas, como si una persona hubiera metido mucho tiempo las manos en el agua y al haberlas sacado, se le hubieran secado pero las arrugas se hubieran quedado allí. Me he fijado en que muchos hombres en India tienen las manos así. ¿Era un hombre?

No podía girar la cabeza para mirarle la cara directamente, no habría estado bien. La voz no era determinante, y hablaban en hindi, así que casi no entendía nada. Creo que hablaban de ropa. ¿Era un hizra? Pues debía ser muy joven. Además, nunca había visto a un hizra vestido de salwar, y mucho menos de un salwar que es más bonito que cualquiera de los que tengo yo. ¿Y la otra "chica" con la que hablaba, también sería un hizra?

Por fin llegó Robindra Sadan, dos paradas antes de la mía, y decidí levantarme antes de tiempo para poder mirar tranquilamente. Efectivamente, eran dos chicos, pero había que fijarse bien para darse cuenta, porque esos dos chicos eran a la vez, las dos chicas más guapas de todo el vagón. Llevaban el maquillaje perfecto, cubriendo la cualquier imperfección de sus rostros, lápiz de ojos y pintalabios ligero rojo. Hasta se habían aclarado la piel de la cara con el maquillaje para parecer más pálidas, aunque se notaba la diferencia de color con el cuello. Uno, el que había estado a mi lado, llevaba el pelo suelto, pero el otro lo llevaba recogido por una pinza. Tenían el pelo largo y sedoso como las chicas. ¡Y qué decir de la ropa! Me entraron ganas de preguntarles dónde la habían comprado. Llevaban pintadas las uñas de las manos y de los pies, y cargaban con unos bolsitos pequeños y de plástico brillante, iguales a los preferidos de las chicas indias. Charlaban y reían mirando a los hombres sentados al otro lado de la puerta, mientras que el resto de hombres y mujeres del vagón evitaba mirarles. Ellos (o ellas) parecían felices, como si vinieran de ir de compras toda la tarde y hubieran conseguido unas gangas preciosas, aunque no llevaban bolsas de ninguna tienda. Sí, sus manos eran demasiado grandes, se les notaba la nuez en el cuello, su mandíbula era demasiado cuadrada; pero eran jóvenes y guapos, y como chicas, también eran guapas. No puedo olvidar su cara, que hacía palidecer de envidia las de todas las demás mujeres del vagón.  

Después había quedado con un amigo y le conté este encuentro, y casi le da algo. ¡Cómo podía ser que fueran guapas! "No, no, no", me decía. "Hablemos de otro tema".

Son guapas, lo saben, y saben que la gente les tiene miedo. Pueden hacer lo que quieran. Me parece que las mujeres de aquí podrían aprender un par de cosas de ell@s.

jueves, agosto 16, 2012

Bollywood absurdo y divertido: Haseena Maan Jayegi

Hace unos días vi una película alucinante, absurda y divertida: Haseena maan jayegi. 

Esta protagonizada por un cómico muy famoso en los 90, Govinda, y el actor Sanjay Dutt. Las comedias de Govinda son famosísimas, y en palabras de un amigo indio: "son estupendas porque puedes empezar a verlas en cualquier punto de la película y siempre te ríes". No tienen mucho sentido ni una historia seria ni nada: es puro entretenimiento durante dos horas y pico.

Como en una comedy of errors del teatro inglés, aquí tenemos a dos hermanos, Sonu y Monu, que son unos vagos de mucho cuidao, que solo se dedican a gastarse el dinero de su padre. Este intenta hacerles cambiar y les reduce la paga mensual, con lo que ellos empiezan a inventarse retorcidos planes para sacarle dinero a su padre, fingiendo ser gangsters o casándole (porque está viudo) para coger la dote de la novia...Pero al final el padre se harta y los separa, manda uno a Goa (Sonu) a hacer un trabajo para él (recoger unas deudas) y al otro (Monu) le ordena empezar a trabajar en la oficina, aunque no hace nada en ella tampoco.

El caso es que los dos hermanos se enamoran cada uno de una chica. Aunque las chicas al principio los rechazan, al final cada uno con su estrategia, consiguen seducirlas. El hermano que ha ido a Goa, Sonu, es el primero en conseguir el sí, y necesita que un "adulto" de su familia venga para arreglar el matrimonio...pero como no le quiere decir nada a su padre, convence a su hermano Monu, que se ha quedado en Mumbai, que venga disfrazado de un supuesto tío, para formalizar los detalles de la boda y eso. Allí, Monu disfrazado de tío ve a su "chica", y cree que es la novia de su hermano, y se pelean, hasta que descubren que en realidad, las dos chicas son hermanas. El padre de las chicas tiene una hermana solterona, que se enamora del falso tío. Los enredos se complican cuando Monu tiene que alternar su identidad de "tío de Sonu" con su identidad real para ligarse a la chica, sin que nadie se dé cuenta: y esto es difícil porque el sirviente y vigilante de la casa es fan de las novelas de detectives y se cree un Sherlock Holmes. 

Por otro lado, un gángster de verdad llama al padre de Sonu y Monu para extorsionarle, pero como éste cree que es otra broma de los hermanos, insulta al gangster, que se enfada y va a por él. Cuando Monu y Sonu se enteran, intentan salvar a su padre, para luego reformarse al ver que todas sus mentiras (fingir ser gangsters, fingir un tío que no existe, una familia que no existe, etc) solo les han traído problemas y complicaciones a la gente que aprecian. 

Pero lo mejor de esta película es, indudablemente, esta canción, en la que Monu (Govinda), baila para ligarse a su chica, Ritu (Karisma Kapoor), aunque en un momento se cuela en el baile la tía solterona, a la que tira a la piscina...qué cruel...pero qué gracioso...

What is mobile number?, what is smile number?
Karni hain private baatein, what is your private number? (quiero tener una charla privada)
What is your style number? karu kya dial number? (¿marcaré tu número?)
What is your size number? What is your college number?....



 

miércoles, agosto 15, 2012

Calcuta



Tus calles callan historias
guardadas tras viejas rejas,
cristales sucios, puertas cerradas
con candados oxidados.

Tus goli pierden los pasos de la gente,
sus tazas de té rotas contra la carretera,
sus palabras amontonadas por las esquinas,
entre la basura y los charcos y los perros.

Como tú, los ojos de tu gente
son un laberinto; nada esconden
pero callan. Sólo las ruinas
son visibles: el porqué
es un secreto.


goli*: callejuela estrecha y normalmente, retorcida, en bengalí.

lunes, agosto 13, 2012

La aventura de extender un visado III

Volvemos a nuestra profesora, esperando en aquel despacho de un cuarto piso: el despacho del Accounts Officer. Después de un tiempo indefinido en el que se leyó al menos dos capítulos del libro Our films, their films de Satyajit Ray, llegó el encargado de las cuentas de la universidad. Era un hombre muy simpático con una agradable sonrisa, que enseguida la saludó. Ella le contó su problema mientras él leía la carta.
- Pero tú no tienes que pagar impuestos. No eres una residente en India.
- Sí, sí que soy, tengo una tarjeta...
- No, eso no significa nada. Lo hablaré con mis asesores. Vuelve la semana que viene.

Vuelve, vuelve...la semana que viene. ¿No tenía que pagar impuestos? Si no tenía que hacerlo, ¿por qué se lo pedían en la FRRO? Esto era un misterio. ¿Qué tuvo que hacer la anterior lectora?

Yendo de nuevo hacia la oficina del departamento de lenguas, pensó en aquella nómina que firmaba cada vez que le daban su sueldo. Allí decía algo de impuestos, había una deducción. ¿Sería la del Income Tax? ¿Estaría pagándolo pero el Accounts Officer no sabía?

Ya era hora de clase y no podía hacer nada más por hoy. Así que decidió que al día siguiente volvería y pediría ver esas nóminas, a ver si podía fotocopiarlas y llevarlas a la FRRO para que le indicaran qué tenía que hacer. A lo mejor eso valía en lugar de un pay slip...

En la oficina, Joyguru andaba revolviendo papeles en uno de los armarios. La vista de ella se fijó en un papel azul. Sin saber porqué, lo alcanzó con la mano y lo leyó: Form-16. Era un Form-16 de la anterior lectora correspondiente al año 2010-2011. Tenía un número de PAN Card y pagaba unas 2000 rupias de impuestos.

De repente, todo se volvió claro como el agua: dijeran lo que le dijeran, estaba claro que tenía que pagar Income Tax. La cuestión era si ya lo hacía y no recordaban o si directamente no le habían descontado nada. Y si no lo habían hecho, había que convencerles de que era necesario. Pero pensó que si a la anterior lectora le deducían los impuestos, a ella también se lo harían. No tendría sentido que no lo hicieran. Sin embargo, tendría que comprobarlo, porque en India, no se puede estar seguro de nada.

Así que al día siguiente, preparó las clases y las fotocopias enseguida y se acercó a la universidad. A las 10 de la mañana ya estaba allí. Quería conseguir cualquier papel, nómina o lo que fuera y llevarlo a la FRRO sin dilación.

Sin embargo, ella no contaba con que la universidad apenas se estaba desperezando a las 10 de la mañana y que la gente todavía tardaría en llegar. Fue directamente a la Establishment Section, donde estaban las nóminas y aquel hombrecillo que había estudiado algo de español. Llegó a la vez que casi todos los trabajadores, que empezaban a leer el periódico del día. Nadie le hacía demasiado caso: todavía estaban adormilados. Se acercó a uno de ellos.
-Excuse, I would like to see that paper I sign every month when I get my salary...
-Why?
-I want to check something about the Income Tax.
-Oh, ok, for your visa, right?

Pero no fue a buscarlos inmediatamente. Hojeó unos papeles, habló con alguien ("hey, ¿alguien sabe dónde estás las nóminas del departamento de lenguas?), y por fin un chico más jovencillo, que todavía no había tenido tiempo de encender el ordenador para ver las ofertas de relojes, cogió una llave y abrió un armario. Sacó varias carpetas y las puso encima de la mesa del otro hombre.
-This is what you need, right?

Sí, efectivamente, esos eran los papeles. De diferentes meses, firmados por ella, con su salario detallado: base salary, medical allowance, blablabla...Income Tax: 0. Professional Tax: 150 rupees. 

-You know I need a pay slip for the visa but I don't have any. Maybe this would do. Can I take a photocopy?- preguntó
-No, no, you can't take them out from here.
-But it's only one minute...
-No, no. That's not possible.- ¿por qué no? ¿qué problema había?
-Kintu..

Pero no, no había manera de convencerlos. Pronto dos o tres se pusieron a discutir en bengalí, gritándose de un lado a otro de la sala. Algo de su visado, algo de los papeles, algo del Income Tax, algo del Form-16...a veces un hombre mayor de pelo canoso, que era el que llevaba la voz cantante en la discusión y el que parecía entender mejor su problema, le preguntaba cosas: "do you have a PAN Card?", "When is your visa expiring?", etc.

Al final, el mismo señor Canoso se acercó a ella y le dijo.
-You need to ask for a salary certificate to the Accounts Officer. That will do. It will state your salary and allowances and also all the taxes deducted.

En India, uno no se acuesta sin aprender algo nuevo cada día. Ese día era el día del "salary certificate". ¿Y por qué no se lo habían dicho el día anterior? Pero parecía ser la solución. Si aquel certificado tenía todos los detalles, seguro que lo aceptarían en la FRRO.

- But there's no Income Tax deducted from my salary...and it should be. María paid Income Tax. If I don't pay, I'm in trouble.
-Oh, that may be because of the limit. Your salary is just below the limit so you don't need to pay Income Tax yet. This year you will pay.- eso podía ser. Quizá todavía no había ganado lo suficiente para pagar el impuesto, porque hay un límite y por debajo de una cierta cantidad de ingresos, no se paga. Pero la cuestión era conseguir un papel para la FRRO.

-Oh, I see. It may be. So, how can I get that salary certificate?
-Get her a blank sheet of paper. You need to write a letter to the Accounts Officer....

A veces, la vida en India parece un déjà vu.

domingo, agosto 12, 2012

La aventura de extender un visado II

Habíamos dejado a nuestra profesora de español en Calcuta tranquila, disfrutando de su fin de semana, lista para extender su visado el lunes siguiente. Ese lunes, un lunes gris y lluvioso de monzón, preparó las clases y todas las fotocopias necesarias, y se acercó a la FRRO. Esta vez no hubo incidencias en el metro: nada presagiaba la tormenta que estaba a punto de llegar.

Eran las 2 de la tarde aproximadamente cuando llegó. Ese día, por alguna razón, la minúscula oficina, aún más minúscula que antes con el espacio ocupado por los nuevos ordenadores (ya instalados), estaba llena de gente. Una familia tailandesa, cada uno de ellos con su móvil de ultimísisima generación o su IPad, un japonés con gafas, un padre y un hijo africanos, una mujer turca de mediana edad con sus dos hijos casi adolescentes, y un hombre que parecía indio pero no debía de serlo, estaban allí ocupando el pequeño espacio libre que había. Ella tampoco pudo sentarse; se hizo ver, para que supieran que la "spanish teacher", esa que tal vez todavía creen que se llama "María", había vuelto con los papeles.

Tras más de media hora en la que solo trataron a la familia tailandesa, la llamaron a ella, ignorando al resto de la gente: bueno, no es algo de lo que una deba quejarse en una oficina india.

-Good afternoon. 
-Good afternoon. I bring all the papers.- le dice muy convencida a un hombrecillo calvo con gafas, uno de esos dos que trabajan en la oficina mientras el resto mira al aire.- See, this, and this, and that..y aquello y esto otro. - Todo, todo lo que ella creía que debía entregar.
-But where is your Form-16?

¿Form-16? ¿Qué es eso del Form-16?

-Excuse me? What form?
-We need a pay slip and a Form-16. -repetía el hombre, sin entender que ella no entendía.
-What does "pay slip" mean?

Entonces le explicó que el pay slip al parecer era un papel en el que viene detallado el salario mensual. A ella no le daban ningún papel, vamos, ninguna nómina: simplemente un cheque. Las nóminas se quedaban en la universidad.
-Then you need to ask at University and they will give you.
-And Form-16? What's that?

Pues resulta que el Form-16 es un formulario para pagar a Hacienda, algo así como una declaración de la renta.
-This is the first time I hear about this form. -dijo ella, absolutamente desconcertada ante tanta nueva información.- Why nobody told me last Friday? I could have already done something about it.
-With whom you talked last time?
-That guy - dijo, señalando al otro trabajador, que sí, trabajará, pero se le olvida dar información clave.
-Don't worry, just try to come before the end of the week.
-Yes, yes.

Así que nuestra profesora se va, decepcionada, pensando en qué coño será ese form o qué será un pay slip y por qué si es tan normal, a ella no le dan ninguno ni nadie le ha dicho nada de nada al respecto.

Como no podía ser de otra manera, había empezado a llover y tuvo que pelear con muchos paraguas abiertos para poder llegar al metro. Otra vez Rabindra Sadan, otra vez el metro lleno de niñas y niños parlanchines que no se enteran de que una persona a veces necesita calma y que no le den codazos todo el rato. Pero por fin llegó la parada, y nuestra profesora se fue corriendo bajo la lluvia hasta la oficina para hablar con su jefe.

- Archan Babu aajke eshechen? - "Mr. Sarkar ha venido hoy?" pregunta a los "secretarios", o "conserjes", o como pueda llamarse a dos personas que se pasan el día sentados excepto cuando viene ella a pedirles ayuda.
-Na, asheni.- Efectivamente, esto significaba que no, que no había venido.
-Kano? Kobe ashben? Pore?- "¿por qué? ¿cuándo vendrá? ¿después?"
-Na, Archan Babu out of station. - por un momento, la profesora pensó que entendía mejor bengalí que inglés. ¿"out of station"? ¿qué demonios era eso?
-Ki? Out of station?
-He is in Mumbai.

¡Mumbai! ¡Y sin avisar de nada! Ya es la segunda vez que esto pasa...

-Mumbai? Bah...kobe firben?
-Next week.

Estupendo. El jefe fuera, ella sin los papeles, y su visado sin extender y nadie que la ayude. Bueno...¿nadie?
-Listen...Amar visa problem ache...extension er jonno...Amar pay slip er dorkar...
-Pay slip? Kintu tomar pay slip hobena... - lo que viene a decir, que no es posible un pay slip para ella. ¿Por qué? Después de una charla incomprensible entre los dos conserjes, uno de ellos, Joyguru, decide levantarse y ponerse en acción. Siempre es igual: al principio nada se puede hacer, luego, se recorre con ella la universidad entera por ayudar. El otro jamás se ha levantado de la silla si no es para bajar a tomar un té.

Juntos van a la Establishment Section, en la planta baja, donde están los encargados de las nóminas y otros pagos. Aunque la mitad del tiempo están mirando ofertas de coches o relojes en el ordenador (que debe ser uno de los pocos de la universidad con conexión a internet), mientras las mujeres leen revistas. El resto come muri y mira papeles.

Uno de ellos estudió español con la anterior lectora, así que siempre saluda a la nueva profesora con un "buenas tardes, ¿qué tal?", que es lo único que recuerda de las clases. Joyguru explica el problema (¿se puede conseguir un pay slip para ella?), y parece ser que no.
- And Form-16? They also asked me for a Form-16 at the FRRO for the extension of my visa...
-Form-16? But you don't have to pay taxes...no? Do you have a PAN-Card?

La PAN-Card podría ser algo así como el DNI español, solo que no es obligatorio: sirve para poder votar (lo cual significa que mucha gente que tiene edad para votar, pero no tiene PAN Card, no puede hacerlo....¿y esto es un país democrático?) y para pagar impuestos. Siempre pensó que, con esas dos condiciones, era algo para indios. Ahora, intuye que no...si sólo fuera para indios, no le preguntarían. ¿Cómo podría conseguirlo todo antes del viernes?

Primero, cómo no, hay que escribir una carta: To the Accounts Officer.....Respected Sir, I am blablabla, I need to extend my visa, blablabla, a pay slip and FORM-16 is required, blablabla, I kindly request you to do the needful. Yours faithfully, signature.

Siempre una carta para todo. 

El Accounts Officer está en la cuarta planta de un edificio en el que sólo había entrado una vez. Se trataba de otra oficina india, con mesas viejas y desordenadas, papeles por todas partes, los ventiladores al máximo y mucha gente. Allá había una puerta que decía "Accounts Officer", pero dentro no había nadie.

-Jao, jao, wait inside. Ashben.- le dijo una mujer que pasaba por allí: entra, que ahora viene.

Así que entró, y se sentó a esperar. Y a esperar. Y a esperar....

Ar aro chhobi...Y más fotos todavía


La National Library, un antiquísimo edificio en medio de un parque precioso. Y lo mejor de todo es que está lleno de libros.


Un farolillo triste porque no tiene bombilla.


Charline y yo en una puerta que parece que lleva a otro mundo.


El cielo desde la National Library ("Bhasha Bhavan", la casa de las palabras)


Dos policías charlando tranquilamente en medio del tŕafico de Maidan. Desde el tranvía.


¿Es un tren o es un camión?


Vendedores de fruta en la estación de tranvía en Esplanade.


Uno tranvía repintado.


Además de mucha gente, en Calcuta también hay muchos cuervos. Y como a los bengalíes, a ellos parece que también les gusta reunirse para charlar.

sábado, agosto 11, 2012

Aro chhobi...más fotos



Haciendo estatuas de una diosa para alguna puja (fiesta religiosa) dedicada a las serpientes...no sé cuál!!
En Kalighat


Shanagar Ghat enfrente del templo de Kalighat.


La gente bañándose y cogiendo agua del río al lado del crematorio


Estas estuatas parece que representan a una mujer que salvó la vida de su marido en el río. No estoy muy segura de la historia...Pero las mujeres le rezan y le dan ofrendas además de sindoor (ese polvo rojo, que es el mismo que se ponen en la raya del pelo las mujeres casadas)


El "puente" para cruzar el río


Cruzando el río por un puente de verdad, debajo estaban haciendo las tacitas de té en las que se bebe en toda Calcuta. La verdad, ahora pensar que esas tacitas que tanto me gustan se hacen con el barro de un río tan contaminado como el Ganges, asusta...pero supongo que después de cocerlas, ¡se matan todos los bichos!


Bonito edificio totalmente abandonado y destrozado cerca de Kalighat. ¿Quién habrá vivido allí? ¿Por qué ha acabado así esa casa?

lunes, agosto 06, 2012

Fin de semana fotográfico


Victoria Memorial, y probando los filtros de la cámara


Maidan y al fondo, Calcuta.


Con filtro.


Barquitas en Princep Ghat


Casa en Dhakuria. Fijaos en el detalle de las hojas en las rejas de la ventana


El primer autobús que veo con los respaldos de madera


South City Mall un domingo lluvioso: la marabunta.

miércoles, agosto 01, 2012

Este ser humano es una casa de huéspedes...

...cada mañana una nueva bienvenida.

Este es un poema del sufí Rumi, que se refiere en realidad a las emociones que recibimos cada día. Pero también puede referirse a las cosas que nos pasan, o a la gente que llega a nuestra vida. Ayer, por ejemplo, llegó la nueva lectora de francés, Charline, que viene en lugar de Clo. Tras una llegada accidentada, muestra de la más pura India (de buenas intenciones, pero muy despistada), en la que su jefa confundió el día en que llegaba y no fue a recogerla al aeropuerto porque pensaba que venía otro día, al final pudo ser recogida - de madrugada, porque llegó en vuelo nocturno - gracias a la ayuda de un policía que usó su propio móvil para llamar a la jefa, ya que el de Charline no funciona en India.

Y ayer por la mañana por fin vino a la Guest House.

Después de mostrarle los alrededores más cercanos y dejarla dormir, cuando volví de la universidad me la llevé a Haldirams, una especie de centro comercial de dulces y comida que hay cerca de mi casa. Es un estilo de comida rápida pero india: hasta los sandwiches llevan chutney de menta. Es perfecto para empezar a aclimatarse. Está relativamente limpio, hay variedad de comida, y no pica demasiado. Me parece que le gustó en north indian thali, con su pulao, palak paneer, dal makhani y nan; aunque por desgracia, confundió la guindilla verde con una judía cuando yo no estaba delante y a la pobre casi le da algo...

Además, para que no se sintiera sola, ya empecé a presentarle a alguno de mis amigos bengalíes, al que por cierto, confundió con un mexicano (seguro que ahora mismo él está muy orgulloso de su español). Y esto es porque Charline habla español estupendamente, hizo filología hispánica y estudió en España y vivió en México...Este año, yo no voy a practicar nada de nada mi triste francés, me parece.

Ahora "solo" queda guiarla por la burocracia de la universidad para que empiece a conseguir sus papeles. Una tarea nada sencilla....

--

La casa de huéspedes, de Rumi
Este ser humano es una casa de huéspedes.
Cada mañana una nueva bienvenida.


Una alegría, una depresión, una maldad,
una revelación momentánea llega
como un visitante inesperado.


¡Da la bienvenida y entretiene a todos!
Incluso si son un montón de tristezas,
que violentamente arrasan tu casa
y la dejan sin muebles,
incluso entonces, trata a cada huésped
con hospitalidad.
Puede que esté dejando espacio
para alguna nueva maravilla.


El pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia,
preséntate ante ellos riéndote,
e invítalos a pasar.


Sé agradecido con quienquiera que venga,
porque cada uno de ellos ha sido enviado
como una guía desde otro mundo.

Thinglink Plugin